Naciendo en casa

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NUESTRO PARTO: Rocío, Christian (el Chino), Puna. (Por Rocío)

 

Este hermoso camino empezó hace 9 ciclos lunares, después de una noche que se me apareció ella en un sueño, y mi compa manifestó su deseo de que dejemos de ser 2 para ser 3.

Fue una gestación hermosa, de mucha confianza y entramado gracias a la contención de un grupo de Doulas, Marian y Amparo, un circulo de mujeres bellísimas, gestantes insumisas, que hoy nos seguimos acompañando, y 2 parteras enormes, que gracias a toda la información y exploración de nuestro deseo fue que llegamos al lunes 29 de julio, q Puna decidió venir.

A las 5 am sentí ir al baño y los retorcijones no paraban… pensé que estaba descompuesta. A las 8 les escribo a Ana y Caro, nuestras 2 Parteras, para saber que podía hacer para aliviar esos dolores, y me preguntaron si no serían contracciones… y ahí … Chau tapon mucoso … empiezo un trabajo de parto con mi compa… esperando a que lleguen … vinieron como a las 12 después de su reunión con otra pareja.

Esa espera me puso en eje, de esto va a ser largo, pero va a ser. Y ahí en medio de respiraciones entre contracciones, masajes de mi compa en el sacro y cantos de mantras empezó el viaje y la danza entre Puna, mi útero, mi compa (el chino) y yo. Al llegar ellas, 12 y 2 minutos, sienten el corazón de Puna y ahí rompo fuente. De las 13 hasta las 15 fue muy intenso, a veces sentía que me partía, que quería que se detenga para poder dormir un ratito, pero no, la dilatación de mi cuerpo continuaba como una flecha directa, diciéndome esto va a suceder hoy, aca, en tu casa y esta todo bien… y me di cuenta q no había vuelta atrás..

Así que empecé a visualizarla … a llamarla y tambien a darme cuenta que no quería soltarla de adentro mío… Así que le pedí al papá que lo haga por mi, le pedí que la llame y las parteras me ofrecieron cambiar de posición, yo estaba en cuatro patas, sobre la cama, y fui al piso, en cuclillas… a veces parada, a veces sentada sobre la silla de parto, pero siempre sostenida x mi compañero, como un tronco enraizados los 2, los pies en el suelo… y así a las 16 y 11, parimos a Puna, después de que su papá la llame con la sensación inmensa e inexplicable de … es ahora… la tengo que pujar … Y en 3 pujos … primero sentí el famoso aro de fuego, después su cabeza y después ella entera.

De ahí fue muy mágico todo. Su color azul, su textura, sus sonidos, su ser entero. Y mi compa con todo su ser, siempre atento durante el parto, masajeandome el Sacro y aliviando cada contracción y sosteniendome de los brazos cuando en cada pujo pasaba de estar de pie a estar en cuclillas y llorando de felicidad cuando tuve a Puna en brazos. Pasamos a la cama y ahí me di cuenta que quería dar a luz a la placenta. Mágica y hermosa. Y desde entonces estabamos los 3 cayendo un poquito a cada hora que pasaba.